David Vásquez Soto

El tiempo que has llorado…
Voy a hacer que lo olvides…
Miguel Renteria

-Jálate para allá, ya valió madres…!!!

Tensa y sorda se escuchaba la voz de aquel joven, que se cubría el rostro con un paliacate rojo, de mirada perdida y que portaba filosa navaja en la diestra, mientras su compañero y cómplice observaba atento a unos metros de distancia, el camino a Boyeros lucia sombrío y solitario, como si fuera cómplice de los atracos de estos dos jóvenes sumidos en las adicciones…

…Que triste se ve el cielo…
…Cuando lloran tus ojos…

Esa noche había salido del comedor central, con un poco de prisa, al cruzar la puerta le causó gracia una cartulina roja que con trazos agresivos gritaba:

…Al jijo de la chingada que se robó mis tenis de la terraza de la cuarta, más vale que me los regrese…

De reojo vio al señor delgado de sombrero con estilo oriental acompañado de su hija, en el final de los arcos rumbo a la quinta compañía, que con algo de cansancio seguía ofreciendo sus dulces a los estudiantes que pasaban por ahí:

Coquitosh, coquitosh…!!!

La risa de unas muchachas que venían de la séptima compañía le hizo voltear el rostro y reconocer aquélla muchacha de Guanajuato que le gustaba, ella distraída en la charla con sus amigas no notó su presencia…

…Que te han visto llorar…
…me han llegado rumores…

A grandes zancadas pasó por el árbol que custodia la Quinta compañía, no pudo evitar el recuerdo de una tarde de primavera cuando una desesperada pretendienta de un paisano suyo, trepó hasta la copa de ese árbol para asomarse por la venta y ver si se encontraba su amado en su habitación …

Lo recibió el piso de color rojo, pero no reparó en su esplendor, ni en la cantera de los escalones que lo condujeron hasta el tercer piso, donde se dirigió al cuarto de su compadre, donde le permitían guardar cosas y ocasionalmente pernoctar en la alfombra adquirida con los desleales empleados de la fábrica Luxor de Texcoco, en esa práctica conocida en Chapingo como “gaviotar”; tampoco reparó en la geometría perfecta de los pasillos, que a esa hora, empezaban a lucir vacíos, con las puertas de madera alineadas mostrando cada una un pequeño rectángulo de cristal…

…Voy a cruzar la Frontera…
…voy a buscar a dolores…

Al abrir la puerta, de inmediato localizó la guitarra que su hermano le había traído de Paracho, su compadre y Gaudencio estudiaban complicadas fórmulas de Termodinámica y se distrajeron un poco para saludar; tomó la guitarra y se despidió…

-Nos vemos mañana..!!!

-Continuará-

@ DAVID VÁSQUEZ SOTO
IRRIGACIÓN 1989
VILLA DE REYES SLP
7 de Junio de 2025

David Vásquez Soto
Colaborador de ID Noticias. Originario de Nicolás Bravo, Canatlán, Durango. Ingeniero Agrónomo por la Universidad Autónoma de Chapingo. Maestro y Doctor en Ciencias Agrícolas por el Programa Hidrociencias del Colegio de Postgraduados. Ha publicado los libros “Chapingo de mis Amores”, “Recuerdos de Canatlán” y “Nicolás Bravo de mis Amores”. También es bohemio de afición e integrante del grupo musical Los Andariegos Laguneros y se le puede ver deambulando en el desolado oriente de Torreón.

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