En el corazón de Guadalajara, donde los puentes se alzan y los semáforos apenas funcionan, nace esta majestuosa obra: el Monumento al Bache. No es solo un agujero en el pavimento… ¡es un símbolo de resistencia urbana! Años de esquivas, memes y alineaciones arruinadas lo convirtieron en leyenda. Mientras cientos de reportes caían en oídos sordos, este héroe del asfalto seguía firme, tragándose llantas y esperanzas.

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