MÁQUINA DEPORTIVA EDITORIAL
Sergio Arturo Duarte Méndez
En una tierra donde el deporte profesional carece desde hace años de logros importantes en distintas disciplinas, disfruta a cuentagotas de éxitos y vive desde hace décadas tiempos muy complicados o lo que es lo mismo, ‘está en el hoyo’, los Indios de Ciudad Juárez, contendientes por el gallardete estatal de beisbol contra los Dorados de Chihuahua, no tienen otra alternativa más que la victoria en la llamada ‘Guerra Civil’; es ahora o nunca.
La tribu, a cargo del manager Pablo ‘Paul’ González, quien en esta postemporada se ha curtido al fragor de intensos duelos como el sostenido el fin de semana anterior contra los aún pentacampeones Algodoneros de Delicias, tiene ante sí la gran oportunidad de terminar con casi 25 años de sinsabores, decepciones, frustraciones y amarguras en el ‘rey de los deportes’ estatal y brindarles una alegría y satisfacción a sus seguidores.
Con la moral a tope después de vencer a los Algodoneros, el conjunto de González Velázquez, un mariscal que guía a sus peloteros a la batalla tal cual Napoleón Bonaparte, con el batazo ganador del título del 2000 contra Chihuahua como legado, ejemplo y modelo a seguir, tiene también la opción de colocar al deporte local nuevamente en la cima y reverdecer laureles.
En un escenario donde los Bravos del FC Juárez en el futbol de Primera División no han ganado nada, rayan en la medianía -por no decir mediocridad-, son clientes frecuentes de las multas para evitar el descenso y sus aficionados y directivos celebran un pase al Play-in como una gran conquista, la necesidad de honor y gloria entre los aficionados juarenses al deporte, es muy grande.
Tristemente, los Bravos no están solos en este grupo de equipos participantes y no contendientes, en el basquetbol estatal los acompañan los Indios y los Indomables y, en su momento, en el futbol americano, los Jefes de Ciudad Juárez.
Excepción a la regla, las Indomables, una amalgama de experiencia y juventud, con jugadoras de nivel de selección nacional, conquistaron el centro el año anterior, en su primera participación en la Liga Mexicana de Voleibol Femenil.
Como recuerdos que, en ocasiones, lejos de aliviar, lastiman, quedaron los tiempos de gloria de los Indios de Ciudad Juárez, monarcas en 1982 en la Liga Mexicana de beisbol o los ascensos de Cobras y del CF Indios al máximo circuito del futbol mexicano, en 1988 y en 2008.
Igualmente, el triunfo de los Indios de la UACJ sobre los Leones de Negros de la U de G en el Circuito Mexicano de Basquetbol (CIMEBA), en la campaña 1991-1992, al igual que los gallardetes de 1996 y 2000 de los mismos Indios, en la Liga Estatal de Beisbol.
También, la etapa ganadora de los Gallos de Pelea con el coach Raúl Palma en la banca y el centro Enrique ‘Palmita’ González como pieza clave del conjunto, monarca de la Liga Nacional de Baloncesto Profesional en 2001 y, Campeón de Campeones, en 2002.
Ciertamente los Dorados de Chihuahua no serán una ‘perita en dulce’ y representan una empresa difícil para la tribu, pero para ser campeón hay que vencer a los mejores contrincantes.
En este sentido, deseo que González arengue e impulse a los Pacheco, García, Gurrola, Mendoza y compañía a impregnar sus uniformes y el bonito e inigualable logo de la Jota con un penacho montado en ella, -acompañados de una pelota de 108 costuras- del espíritu ganador y del ‘no rendirse jamás’ de sus coequiperos del 2000 como los Pérez, Licón, Fernández, Márquez, Rivera, Ornelas, López, Hernández, Martínez, Chacón, Román, Rentería, Lara, Castro, Reyes y Navarro, entre otros.