Arsène Wenger tiene 75 años y aún corre de 8 a 10 kilómetros todos los días
Piénsalo un momento. La mayoría de las personas en sus setentas se desaceleran, evitan el esfuerzo físico y adoptan un estilo de vida más sedentario. Pero Wenger, conocido por su carrera legendaria como entrenador del Arsenal, demuestra que el movimiento constante es la verdadera fuente de la juventud.
Correr a diario a su edad no se trata de batir récords ni de competir contra otros. Se trata de disciplina, vitalidad y de mantener el cuerpo y la mente en forma. Los estudios muestran que incluso pequeñas dosis semanales de running pueden reducir la edad biológica y fortalecer el corazón, los pulmones y el metabolismo. Wenger lleva ese principio a otro nivel, recorriendo casi 60–70 kilómetros por semana a una edad en la que muchos tienen dificultades hasta con la movilidad básica.
Su ejemplo es un recordatorio para todos: la clave de la longevidad no es una pastilla milagrosa, sino el compromiso. Ponerse los tenis, salir por la puerta y hacer del movimiento parte de tu identidad. El cuerpo se adapta, se fortalece y te lleva más lejos de lo que imaginas si le das la oportunidad.
La próxima vez que no tengas ganas de correr, imagina a Wenger, con 75 años, sumando sus kilómetros diarios. Eso no es solo condición física, es un estilo de vida digno de imitar.