A un año de la elección que definirá al próximo gobernador de Chihuahua, el estado
atraviesa uno de los momentos más complejos de su historia reciente. Seguridad, desarrollo
económico, agua, salud y confianza en las instituciones son las prioridades que la
ciudadanía coloca al centro del debate público.
En este escenario, cuatro figuras emergen como los principales contendientes para
encabezar el rumbo político del estado: Cruz Pérez Cuéllar, alcalde de Ciudad Juárez;
Andrea Chávez, senadora por Morena; Marco Bonilla, alcalde de la capital por el PAN; y
Gilberto Loya, secretario estatal de Seguridad Pública. Sus perfiles, estilos y trayectorias
anticipan una contienda marcada por contrastes.
Un estado con urgencias claras
En recorridos, encuestas y conversaciones ciudadanas, los chihuahuenses repiten el mismo
diagnóstico:
- La seguridad sigue siendo el eje que atraviesa la vida cotidiana, desde las ciudades
fronterizas hasta las comunidades serranas. - El agua, en un estado con estrés hídrico crónico, se percibe como un desafío
estructural que exige visión de largo plazo. - El desarrollo económico avanza con fuerza en algunos polos industriales, mientras
otras regiones reclaman oportunidades más equitativas. - La salud pública aún enfrenta carencias de infraestructura, personal y
medicamentos. - La educación, especialmente en zonas rurales, resiente la falta de conectividad y
planteles dignos.
Este mosaico de necesidades perfila el tipo de liderazgo que la ciudadanía exigirá en las
urnas.
Los cuatro contendientes: perfiles y
posicionamiento
Cruz Pérez Cuéllar – Morena
Alcalde de Ciudad Juárez
Desde la frontera norte, Pérez Cuéllar ha construido una figura política basada en presencia
territorial y narrativa de resultados en obra pública y seguridad municipal. Su cercanía con
sectores empresariales juarenses y su estilo directo le han permitido consolidarse como uno
de los actores más competitivos.
Fortalezas:
- Gobierno visible en la ciudad más grande del estado.
- Proyección fronteriza y relación con actores binacionales.
- Capacidad de operación política.
Desafíos: - Críticas a la violencia persistente en Juárez.
- Necesidad de conectar con el electorado del centro-sur del estado.
Andrea Chávez – Morena
Senadora y figura nacional emergente
Chávez representa una generación joven dentro del movimiento. Su presencia en medios,
rol como vocera política y cercanía con el bloque federal de Morena le han dado alcance
nacional. En Chihuahua ha ganado terreno particularmente entre jóvenes y sectores
progresistas.
Fortalezas: - Visibilidad nacional y dominio del discurso mediático.
- Agenda de derechos, transparencia y justicia social.
- Conexión con la narrativa federal de transformación.
Desafíos: - Ampliar su arraigo territorial fuera de la capital y Juárez
- Demostrar experiencia ejecutiva ante un electorado exigente.
Marco Bonilla – PAN
Alcalde de Chihuahua capital
Desde la capital, Bonilla se ha posicionado como un administrador enfocado en
infraestructura, servicios urbanos y modernización tecnológica. Su perfil de gestor y su
presencia constante en la ciudad lo han convertido en el principal bastión panista del
estado.
Fortalezas:
- Control político de la capital y buena percepción de servicios.
- Agenda de movilidad, infraestructura y desarrollo urbano.
- Vínculo con el sector empresarial tradicional.
Desafíos: - Conectar con la narrativa emocional y social que domina el debate nacional.
- Expandir su presencia más allá de corredores urbanos.
Gilberto Loya – Secretaría de Seguridad Pública del
Estado
Figura técnica y arquitecto de la estrategia estatal de seguridad
Loya se ha convertido en uno de los rostros más visibles del actual gobierno estatal. Su rol
en la estrategia de reducción delictiva, su relación con corporaciones policiales y su
exposición mediática lo perfilan como un candidato con visión técnica y experiencia en
crisis.
Fortalezas:
- Conocimiento profundo del sistema de seguridad.
- Resultados medibles en reducción de delitos en zonas críticas.
- Narrativa de orden, modernización e inteligencia policial.
Desafíos: - Convertir un perfil técnico en una figura de amplio carisma electoral.
- Enfrentar la sensibilidad ciudadana sobre temas de seguridad y derechos.
Una elección que girará en torno a las
necesidades reales
Los votantes de Chihuahua parecen menos interesados en la ideología y más en la
capacidad de resolver problemas concretos:
- ¿Quién puede garantizar seguridad?
- ¿Quién puede traer inversión y empleos mejor pagados?
- ¿Quién puede asegurar agua y servicios dignos?
- ¿Quién entiende la complejidad de un estado tan diverso como Juárez, la capital, la
Sierra Tarahumara y la frontera agrícola?
En esa búsqueda, los cuatro aspirantes llegan desde trayectorias distintas pero con una tarea
común: convencer a un electorado que exige ser escuchado, respetado y tomado en
serio.
La contienda apenas comienza, pero Chihuahua ya dejó claro qué espera de su próximo
gobernador: liderazgo, honestidad y resultados.

